Archivo diario: 22 octubre 2009

Paradigmas… ¿Cuántos tienes?

En muchas ocasiones hemos utilizado o escuchado la palabra “paradigma”, incluso hemos considerado apropiado “Romper paradigmas”, pero ¿Qué son realmente los paradigmas?, ¿Por qué acabar con ellos?…

              El término paradigma  tiene su origen en la palabra griega “Paradeigma”, que significa “modelo” o “patrón”, palabras usadas para indicar un ejemplo a seguir, es decir, PARADIGMA en un comienzo fue visto como la capacidad para resolver problemas basándose en las reglas, las cuales se asumen como incuestionables por las personas que la utilizan. El significado contemporáneo indica que es el “conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo.” (Thomas Kuhn)

              Al mismo tiempo, la existencia de un paradigma indica que es el momento de un cambio, de aplicar nuevas maneras para resolver de forma sencilla un mismo problema y poder enfrentarse a problemas más complicados.

Un ejemplo paradigmático…

              A lo largo de la historia, la industria Suiza de relojes se ha caracterizado por ser líder en el mercado mundial de relojes, con una excelente reputación, aplicación de altas tecnologías y la permanente innovación.  En 1968, dicha industria  estaba en una época de éxito, siendo el líder único en el mercado de relojes, y el Centre Electronique Horloger (CEH), situado en Neuchâtel, Suiza, desarrolla el primer reloj electrónico de cuarzo, buscando sustituir el reloj mecánico tradicional. Esta idea es mal vista ya que consideran que es un riesgo que no debían correr por las altas ganancias que tenían para ese momento. Sin embargo, Japón si compró esta idea e inicia la producción masiva de este tipo de relojes, el cual es de gran aceptación por los consumidores, ya que son más cómodos y precisos, produciendo que la industria relojera suiza entre en crisis y la japonesa llegue a aumentar hasta un 90%. A partir de este momento los fabricantes suizos observando las grandes bajas comerciales adoptan el cuarzo para lanzar nuevos modelos digitales y aumentar sus ventas.

              En este ejemplo, es claramente notable que la industria relojera suiza no fue capaz de percibir un cambio fundamental en el mercado y no se arriesgó a modificar su forma tradicional de trabajar, en el momento que mejor les iba. Pero ¿A que se debió esta errada decisión?… La respuesta es simple: Desconocimiento de la curva o ciclo de vida de un paradigma.

Curva de un paradigma

            A continuación, se muestra una gráfica de cantidad de problemas resueltos en función del tiempo, donde A, B y C son las etapas de un paradigma. Es importante resaltar que no comienza en cero, ya que al comienzo se tienen cierta cantidad de problemas por los cuales surge un paradigma o forma de actuar a partir de cierta información.

CurvaP1

La Fase A: es la etapa de clarificación, donde nos familiarizamos con los problemas y se entienden bien las reglas.

La Fase B: Es la etapa de resolución de problemas fáciles y como se están resolviendo tiende a ser un periodo exitoso.

La Fase C: Es la etapa de resolución de problemas complicados.

            En base a esto es fácil pensar que en la Fase C, cuando ya no se consigue como resolver los problemas, es que debería aparecer el nuevo paradigma que viene a sustituir el anterior, pero no es así. Los nuevos paradigmas surgen al final de la Fase B, cuando generalmente no hacen falta y por lo tanto no son bien recibidos.

CurvaP2

              Esto justifica el primer principio: “Los paradigmas llegan antes de ser necesitados”.

Otros Principios…

El segundo principio es: “Lo más probable es que sea un extraño el que cambie el paradigma”.

              Esto trata de explicar, que la mayoría de las veces las personas que detectan el paradigma son de un área distinta a donde se quiere innovar, ya que observan las cosas desde otra perspectiva y manejan los cambios sin perjuicios ya que no se encuentran involucrados. Las cualidades de estas personas (líderes innovadores) son creatividad, coraje, intuición y compromiso a largo plazo.

Tercer principio: “No es necesario crear cambios de paradigmas para beneficiarse de los resultados”.

              Se refiere a que no todos los paradigmas que surgen, son positivos; hay empresas o personas (Pioneros) que se arriesgan al cambio y fracasan pero permiten a sus similares tomarlos como ejemplo, indicándoles en cuales temas no deben incursionar. Por el contrario, si los pioneros son exitosos, despejan el panorama de dudas a otros, permitiendo que estos últimos sigan sus pasos.

Cuarto Principio: “Los viejos paradigmas no dejan ver los nuevos paradigmas”.

            Este último principio se refiere a que las personas inmersas en un paradigma difícilmente observan las soluciones e implicaciones que proponen otras personas exteriores y a su vez indica que dos personas pueden percibir una misma situación de manera distinta y no logran conciliar a menos que alguno en base a argumentos produzca cambios de paradigmas en el pensamiento del otro.

En conclusión…

              Los paradigmas son un “Conjunto de reglas que define limites y explica cómo comportarse dentro de esos límites para alcanzar el éxito” (Joel Barker). Para cambiar paradigmas hay que convertir problemas en solución, hace falta un cambio de actitud, buscar que resulta imposible hoy que provoque cambios  fundamentales mañana, ver las cosas de distintas maneras y abrir nuestra mente a un infinito mundo de posibilidades.

 

paradigma1

                                        ¿Cuántos años tiene la mujer de la figura?

Por: Hembert Alfonzo

Carnet: 200603110